La Nueva Contribución a la Crítica de la Educación, del profesor Villegas, expone lo que llama inhibidores del aprendizaje y propone cómo podría ayudar a superarlos el aprendizaje basado en problemas. Establece con mayor fundamentación los principios de la teoría de la educación interactiva: la inversión copernicana en educación que cambia el sentido unilateral y vertical maestro-alumno del flujo conocimiento, el principio de educar por omisión que libera la mente del alumno de creencias y dogmas y, especialmente, de lo que llama la alienación epistemológica o falta de confianza en la propia capacidad de pensamiento, y el principio de conocer como acción-cognición con el concepto del sujeto de aprendizaje como receptos pero también como productor de conocimiento. El tema principal de la obra es el aprendizaje basado en problemas y el Sistema ABP, pero en el capítulo IV siembra lo que llama el germen de la universidad-proyecto y de la sociedad que se da un modelo educativo conformado por la tríada mente-escuela-sociedad. Fiel a su propio principio de que conocer es crear y que crear es hacer primero, tomados el primero del maestro mexicano Guillermo Héctor Rodríguez, y el segundo de la epistemología japonesa, baja sus teorías del cielo a la tierra e inicia una aventura editorial propia con la preparación y publicación de compendios que contienen lo esencial de cada disciplina, "lo que no puede dejar de saberse", para educación media y primera mitad de superior. Invita además a los maestros, al diseño de contenidos no lineales con los principios de la educación interactiva porque está consciente de que la formación de trabajadores del conocimiento, como se les llama, es una cuestión estratégica de supervivencia para cualquier sociedad y especialmente para las que están en vías de desarrollo y sufren los embates de la globalización financiera sin prevenirse contra ella.
This book is a radical reinterpretation of the process that led to Mexican independence in 1821—one that emphasizes Mexico's continuity with Spanish political culture. During its final decades under Spanish rule, New Spain was the most populous, richest, and most developed part of the worldwide Spanish Monarchy, and most novohispanos (people of New Spain) believed that their religious, social, economic, and political ties to the Monarchy made union preferable to separation. Neither the American nor the French Revolution convinced the novohispanos to sever ties with the Spanish Monarchy; nor did the Hidalgo Revolt of September 1810 and subsequent insurgencies cause Mexican independence. It was Napoleon's invasion of Spain in 1808 that led to the Hispanic Constitution of 1812. When the government in Spain rejected those new constituted arrangements, Mexico declared independence. The Mexican Constitution of 1824 affirms both the new state's independence and its continuance of Spanish political culture.
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