El espíritu de Dios, encarna en la tierra con el objeto de terminar el trabajo empezado hace miles de años. Él sin miedo alguno, acepta el desafío; y es allí, en la montaña de dulce nombre, que conoce al más luminoso del cielo, a Sirio, su maestro, quien empieza a despejar todas sus dudas y lo guía en una fascinante aventura, en la cual participan: ángeles anunaki, demonios, dioses menores, y Dioses supremos como recorre los mundos de los dioses menores, hasta llegar al paraíso donde encuentra los once cielos, cielos que tienen que ser abiertos por él mismo. Luego sube a su hogar, donde se reencuentra con los Dioses supremos; de allí pasa a "Crisálidas" -La gigantesca galaxia de la eternidad- donde está la tierra prometida a la humanidad y por último Yahvé describe nuestro glorioso final. Esta maravillosa aventura se desarrolla en la tierra, el universo y el más allá, y es a través de ella que él descubre su naturaleza y la naturaleza de la humanidad.